I.- En un país en crisis, donde se siguen yendo los talentos, es alentador que haya venezolanos en el exterior dispuestos a regresar. En las tres últimas semanas hemos recibido 18 cv’s actualizados de candidatos de muy buen nivel buscando volver. El número no parece muy significativo al principio pero considerando que puede ser una tendencia abre una puerta para cuando el país cambie. Y tendremos que atraer muchos talentos, venezolanos o no, que acompañen la reconstrucción.
Lo interesante de esta tendencia es que quienes se reinserten en el mercado laboral venezolano, vienen con otros aprendizajes y pueden aportar esa experiencia adquirida afuera. Aun cuando no hayan trabajado en su área de experticia, su desarrollo y madurez serán otros.Así que bienvenidos los que quieran regresar.
II.- En este mismo lapso hemos visto que el tema económico es prioritario para un cambio de empresa pero, también, el temor al cambio en estas circunstancias, por lo que investigar a la empresa ofertante se está haciendo con más frecuencia.
Esto implica que las empresas tienen que cuidar su imagen externa, reforzar sus políticas de recursos humanos y mejorar su cultura gerencial.
Cuando las circunstancias país cambien, los talentos tendrán varias ofertas simultáneas y podrán elegir basados no sólo en lo económico, sino en la matriz de opinión que existe sobre la organización ofertante. Quienes no hayan cuidado este tema encontrarán muchas dificultades para captar buenos talentos.
III.- Hay, además, otro tema de vital importancia: los perfiles tradicionales no son tan prioritarios. Si bien es valorable la experiencia adquirida, es más importante el conocimiento (concepto que es diferente a la experiencia), la actitud frente a los imprevistos, la participación en la toma de decisiones, la capacidad de reacción a estímulos no planificados, el compromiso, la capacidad de desarrollar equipos, la adaptabilidad a diversos entornos y la actualización tecnológica son imprescindibles en nuevas realidades.
La renovación viene, en todos los ámbitos, ni las empresas ni los talentos pueden quedarse atrás de los cambios.