¿Se puede enfrentar el miedo?

¿Cómo manejar el miedo que genera la incertidumbre, lo desconocido? ¿Qué hacer cuando tan cercano a nosotros vemos numerosos despidos en grandes empresas? Si bien no existen recetas preestablecidas, está claro que no todos reaccionan igual frente esta situación inédita en nuestras generaciones. No se trata de aplicarlo sólo a quienes ejercen el liderazgo en las empresas, es un tema que nos impacta a todos, en mayor o menor grado. Es necesario tomar conciencia que lo que sucede está fuera de nuestro control, seguirá expandiéndose en la medida que no se sigan las recomendaciones en cada país.

Lo que está dentro de nuestro control, en los distintos ámbitos en que funcionamos: laboral, social, personal, familiar es la manera como enfrentamos ese miedo y esa incertidumbre. Uno de los factores claves es la capacidad de transformación. Si el miedo nos paraliza no tendremos la flexibilidad para adaptarnos y transformarnos. ¿Qué significa esto? Que tenemos que salir de nuestra zona de confort, entender que tenemos que nada con la corriente en vez de dejarnos arrastrar por ella debido a la inacción.

Todos estamos en el filo de la navaja, nadie sabe cómo derivará todo esto lo que si es posible saber es donde está parado cada quién, revisar quién es, a donde quiere ir, con que recursos y competencias cuenta para “surfear la ola”. Esto implica un cambio de mentalidad, trabajar con las creencias limitantes de cada quién y cambiar la mirada que tenía sobre sí mismo hasta ahora: adquirir nuevos conocimientos o fortalecer los adquiridos para acompañar y procesar los cambios. Si bien hay que “mirar” hacia afuera, lo fundamental es “mirar” hacia adentro para enfrentar con fortaleza lo que pueda pasar.

Esto requiere actualización permanente tecnológica, uso de los recursos técnicos con destreza, identificación de oportunidades y la visión de cómo abordarlas, sabiendo que las decisiones y las acciones de hoy generan nuestro futuro. Hay que dar un buen uso al tiempo, la agilidad en la toma de decisiones, aprender de los errores en vez de verlos como fracasos. Se trata de innovar, ser creativos, estar centrados en el aquí y ahora y con ello “neutralizamos” los miedos. Enfocarse en lo que puede pasar, sin tener el control, genera angustia y ansiedad. Tenemos la mejor oportunidad de demostrar y demostrarnos de lo que somos capaces. Si se puede.